— ¡Black está siendo muy injusto! — exclamó Angelina.

— Sirius… — dijo Lupin al mismo tiempo. Le lanzaba a su amigo una mirada severa, pero Sirius hizo una mueca y no contestó.

Entonces se oyó un débil «¡Pum!», y donde antes estaba la cabeza de Sirius volvieron a verse sólo llamas.

— Ese es el final — anunció Summerby.

— ¡Vaya final! — exclamó Tonks. — Sirius, ¿por qué le dijiste eso a Harry?

— Está clarísimo por qué — se metió una chica de sexto, que observaba a Sirius con una expresión de desagrado. — Solo ve a Potter como un reemplazo de su padre.

— ¡Claro que no! — saltó Sirius. La chica dio un respingo. — Es solo que Harry se parece menos de lo que esperaba a James… aunque sean clavados físicamente. A veces su personalidad me recuerda más a Lily.

— Eso es porque Harry es su propia persona — habló la señora Weasley. — Y harías bien en recordarlo de vez en cuando.

Sirius la miró mal.

Harry, que no deseaba que esos dos volvieran a pelearse, decidió interrumpir y cambiar de tema.

— ¿Cómo se llama el siguiente capítulo? — preguntó en voz alta. No le interesaba lo más mínimo, pero todo fuera por desviar la atención del colegio.

— Pues… — Summerby pasó de página y leyó: — La Suma Inquisidora de Hogwarts.